El día de San Valentín el ambiente se viste de amor y romanticismo. Es un día para flores, corazones, sentimientos dulces, ambientes agradables y cenas a la luz de las velas.
Es muy sencillo añadir detalles de color rojo en tus comidas, mediante vistosas y deliciosas frutas rojas o vegetales, que además son muy sanas:
Puedes acompañar el desayuno con arándanos por ejemplo. O puedes servir su zumo. También los puedes hornear sobre pan o magdalenas. O acompañar las ensaladas, o incluirlos en salsas o postres.
Los tomates también dan un tono rojizo a los platos del día de San Valentín, empezando por el zumo de tomate en el desayuno hasta en la sala para acompañar un delicioso plato de pasta en la comida o cena. Los pequeños, tipo cherry, quedan perfectos en la ensalada. Son dulces, frescos y muy sabrosos.
Otra sugerencia pueden ser las patatas rojizas o judías, como acompañamiento a tus platos.
Las frambuesas rojas constituyen otro alimento rico y muy apropiado para la ocasión, ya que aportan dulzor a todos tus platos o postres.
Prueba también con las fresas cortadas en forma de corazón para tus postres. Asimismo, puedes dar esta forma a todos los alimentos que se presten, para transmitir el mensaje “Te Quiero”, como magdalenas, pasteles o creps.
Si quieres sorprender a tu pareja, prepárale un sándwich para la comida en forma de corazón. Seguro que no se lo espera y le encantará.
No olvides el chocolate, imprescindible en este día tan especial. Puedes bañar galletas u otros dulces con chocolate, combinándolo con frutas, cortadas en forma de corazón. ¿Qué tal una fondue?